Taylor Swift… Cuando la veo es como si tuviese delante de mí a una mezcla perfecta entre Gwyneth Paltrow y Nicole Kidman (sin botox, obviamente). Su elegancia, elecciones siempre a la última y oportunas, peinados, maquillaje… ¡Lo tiene todo! Además, es de las pocas blondie girls que rompe los esquemas de ‘el color que va con quien’. Me explico. En libros y manuales de personal ‘shoppismo’ se dice que los colores de las rubias son los rojos, azules, violetas, verdes, grises, dúo blanco y negro… Y que los que les quedan como un tiro son los amarillos, naranjas, beiges, rosados, nude… Gama que, precisamente, es la que más suele lucir la cantante de country.
Esa osadía fashion pero, sobre todo, cómo lucirlo bien y sin ‘cantearse’ en demasía con batacazos mortales, son puntos suficientes para situarla en el podium de las chicas mejor vestidas del mundo. Quizás a veces peque de ir un poco viejuna, pero tanto el maquillaje como la peluquería equilibran la balanza-viejunista. Además, tiene esas facciones tan aniñadas que por mucho vestido de señora que lleve nunca lo parecerá… ¡Suerte que tienen algunas! Y sí, creo que es un buen ejemplo a seguir para todas las rubias que no quieren pecar de cursis, pero sí de rompedoras y sofisticadas con un punto muy trendy. Y que además tengan esas mismas características que Taylor, porque por mucho vestidito para milagros ya está Lourdes.
Las claves de estilo de Taylor son muy sencillas: no ir hecha un cuadro y llevar lo apropiado con un toque fashionista en cada momento. Para momentos casuales, trajes folk con botas o sandalias romanas. En eventos de mañana o tarde, vestidos cortos con cortes románticos, combinaciones de corsé con faldas evasé o minivestidos llenos de lentejuelas, pero bien colocadas. Looks que se pueden adaptar perfectamente a bautizos, comuniones, cumpleaños, bodas de mañana…
Y para ocasiones más high-level, ya hay que ponerse de largo. Pero eso sí, sabiendo realmente qué corte es el que favorece. Taylor sigue un esquema muy parecido en todas sus elecciones pero varía en los detalles: a veces lisos, otros con paillettes, encajes, tules… Y sí, Taylor, como podéis comprobar, ama profundamente el momento glitterismo. Pero, no a lo Mariah Carey. Sabe cuántas dosis de brillos son necesarias para no parecer una bola de discoteca, además de equilibrar muy bien sus looks con los complementos y, como ya he dicho antes, peinados y maquillaje… Insisto en esto porque me parece un dato importante que pocas tienen en cuenta. No queremos chicas de telenovela, ¿me entiendes?
Así que si la intención es ‘deslumbrar’ pero sin dejar ciego a nadie, sigue los pasos de Taylor y seguramente llegues a ser una de las estrellas más relucientes del verano.
Cred: Antena 3By: DisneyStars
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